Nuestros compromisos

Desde el máximo respeto por la tradición, nuestro maestro fabricante de mermeladas sigue escrupulosamente las recetas de Lucien GEORGELIN, registradas en su viejo cuaderno de recetas. Para respetar a los consumidores, no se añade ningún colorante, conservador ni aroma durante la cocción.

Todas las etapas del proceso de fabricación se controlan minuciosamente para respetar al máximo el sabor de la fruta.

 

Sellos de referencia
Para responder a una creciente demanda de nuestros clientes, la compañía está habilitada para ofrecer toda una gama de productos Bio con la certificación AB (logotipo) así como recetas de comercio justo con el sello Max Havelar (logotipo).

Una compañía comprometida

Aquí, en pleno corazón del suroeste, el respeto por el medioambiente y el desarrollo sostenible no son palabras vacías. Todo lo contrario, responden a una auténtica línea de actuación para nuestra compañía, ya que nuestros intereses son también los del planeta.

Esta voluntad firme de preservar el medioambiente, que para nuestra empresa es la principal fuente de materias primas, se traduce en acciones diarias.

Por eso, todos nuestros productos, además de unas cualidades gustativas incuestionables deben poder responder afirmativamente a 3 preguntas:

  • ¿Su fabricación permite economizar en recursos naturales, energéticos y en agua?
  • ¿Su embalaje se puede reducir al mínimo y reciclar al máximo?
  • ¿Su fabricación permite reducir todo tipo de emisiones?

Con estos compromisos de calidad y una filosofía de empresa con visión de futuro, Lucien Georgelin marca el rumbo hacia un desarrollo corporativo comprometido integrado en un proceso de RSE que asocia la eficiencia económica con la conservación del medioambiente y el vínculo territorial.

A través de la selección de la fruta, nuestros especialistas en compras realizan una clasificación muy rigurosa de los productos incluso antes de su llegada a nuestras instalaciones y no dudan en rechazar una entrega si no se ajusta perfectamente a los exigentes requisitos de nuestros pliegos de condiciones. La fruta llega siempre entera o previamente cortada y se recoge una vez madura. Se degusta de forma regular para validar sus cualidades gustativas incluso antes de la transformación. 
El azúcar, como la totalidad de la fruta empleada en nuestras recetas, cumple con todas las garantías de producción sin tecnología genética.

Una vez pelada, deshuesada o sin pepitas, en función del tipo de fruta, se vierte en auténticos calderos de cobre y comienza a cocer a fuego lento, para caramelizar y conservar lo mejor de la fruta.

¡Esta es una fase automatizada que permite rellenar hasta 100.000 tarros en 24 horas!

Una vez etiquetados los tarros, se identifican con un nº de lote y se procede a un seguimiento informático para garantizar la trazabilidad total y la consiguiente seguridad alimentaria óptima.